Primer día: De Barinas a Santa María de Canagua

Luego de salir de Caracas a las 9 pm del día anterior en un bus expreso con destino a Barinas, llegamos a esta última ciudad alrededor de las 7:00 am. Allí tomamos algo para desayunar y nos encontramos con Richard Guerrero quien sería nuestro anfitríon en esta primera parte de la travesía. Además de mí, habían otras tres personas que también realizarían este recorrido. Tras encontrarnos en el terminal, Richard nos lleva a la casa de su familia en Barinas, donde nos reuniríamos con el resto de los participantes, otro venezolano y dos polacos. 

El señor Mario Guerrero. Q.E.P.D
En la casa de la familia de Richard viven sus padres y algunos de sus hermanos. Mientras esperábamos a los otros compañeros de viaje conversamos con el señor Mario Guerrero, padre de Richard, que nos contaba sus vivencias y la añoranza de estar en su terruño de Carrizal, mientras degustábamos un rico desayuno realizado por su esposa. Resulta que por un accidente que tuvo hace años atrás, el señor Guerrero tuvo una lesión en su columna que le impedía caminar y hacer sus labores normalmente, lo que lo obligó de trasladarse, muy a su pesar, desde su finca de Carrizal a Barinas para poderse tratar, ya que en Carrizal no había manera, por tratarse de un lugar con poca facilidad de acceso; y el pueblo grande más cercano, Mucuchies, queda a 6 horas de camino en caballo. Nos contaba el señor Guerrero todas las incidencias que rodearon su enfermedad y la esperanza que tiene de volver a su tierra. Su esposa, nos ofrecíó unas deliciosas arepas con cuajada. Solamente uno de sus hijos se encuentra en la finca, Richard en Santa María de Canagua y los otros viven con él en Barinas. Entre sus cuentos nos relata los buenos tiempos que vivió Carrizal gracias a los cultivos de café, aunque lamentablemente eso se fue perdiendo con la pérdida de valor del rubro, lo que obligó a muchas familias a irse del pueblo, siendo su familia la única que quedaba prácticamente.

Una vez que llegan nuestros compañeros de viajes, nos despedimos del señor Guerrero y nos vamos en un carro que ubicó Richard. Salimos de Barinas y tomamos la carretera que conduce hacia San Cristobal hasta el pueblo de Curbatí, donde cambiamos de carro y nos desviamos, para irnos por un camino de tierra que pasa por varias fincas. En este punto íbamos pasando de las tierras del llano hacia el piedemonte andino. 
Tránsito del paisaje de llano hacia el piedemonte andino

Luego de una hora y media de recorrido, aproximadamente,  llegamos al caserío de Santa María de Canaguá aún en el estado Barinas, donde está la casa de Richard y que también opera como una de las mucuposadas del programa Andes Tropicales. Esta mucuposada fue una de las primeras que abrió hacia el año 1998, y desde entonces han recibido muchos visitantes nacionales y extranjeros como se puede apreciar en el libro de visitas. 

Nuestro transporte hacia Santa María de Canaguá
La casa de Richard tenía habilitada dos habitaciones para los visitantes, además de la instalaciones donde hace vida su familia. Acomodamos las cosas en la habitación y caminamos alrededor de la casa, mientras esperamos por el almuerzo. Seguidamente nos llaman y nos sentamos los compañeros de viaje en la mesa, teniendo la ocasión de interactuar y conocernos mejor. El almuerzo muy casero y abundante, de verdad muy rico, preparado por la esposa de Richard. 
Mucuposada de Santa María de Canagua. Casa de Richard

Área de comedor y descanso de la mucuposada
Delicioso almuerzo preparado por la esposa de Richard. Pabellón criollo

Río Curbatí
Terminamos de comer, reposamos un rato y Richard nos lleva al río Curbatí, que pasa cerca de su casa, para darnos un baño. Como todos los ríos de montaña, el agua parece sacada de una nevera pero estaba rica para pasar el rato. También nos acompañaban algunos de los hijos de Richard, que parecen un batallón, porque en total tiene 8 hijos. Como dice el dicho "como que no tenían televisor" jaja.

Tras esa rico baño caminamos de vuelta y conversamos un poco con Richard y su esposa, ellos nos cuentan que originalmente se dedicaban a la actividad agrícola, y lo siguen haciendo, hasta que un día llegó la gente de Andes Tropicales y les ofreció sumarse al proyecto. Tras su incorporación al programa también participaron en cursos para atención al público, así como recibieron un financiamiento para la adecuación de su casa. Desde entonces han visto mejoras en su calidad de vida y se sienten contentos de su participación en el programa. Ciertamente no reciben visitas todo el año y por ello no pueden dejar de lado su actividad agrícola. En las paredes de la casa se pueden ver los diplomas de cursos recibidos y recortes de prensa. La casa de verdad es muy acogedora y tiene un jardín que le antecede muy bello. Luego de esta amena conversa, tomamos un descanso hasta que se hizo de noche, cenamos y nos acostamos temprano.

Apoyo del Programa Andes Tropicales

Al siguiente día, tomamos un rico desayuno con huevos revueltos, arepas y cuajada, ¡que cosa más deliciosa!, sobre todo la cuajada, fresquita y deliciosa. Los venezolanos debemos sentirnos orgullosos de nuestros quesos frescos porque fuera del país difícilmente puedes conseguir de este tipo. Volviendo al tema, alistamos nuestras cosas y observamos como preparan a las mulas y caballos que nos acompañarán en el recorrido. En mi caso particular, yo pedí tener un caballo de soporte, ya que no estaría seguro de hacer toda la ruta a pie. Uno de los compañeros, un señor de mayor edad, optó por hacer la ruta sin caballo, cargando el equipaje el mismo, sin embargo, más adelante cambiaría de opinión. Así pues, observamos como guardan nuestros bultos en unos "guacales" y los amarran a las mulas. En este punto se incorporan tres muchachos que serían nuestros guías en lo que resta del viaje. 
Desayuno criollo

Nos despedimos de Richard y su familia, no sin antes tomarnos la primera foto en grupo. Nuestra estancia en Santa María de Canagua fue muy cálida y ello era un buen indicio de lo que viviríamos más adelante.

Nuestra primera foto en grupo con la familia de Richard
En el siguiente episodio continuaremos el relato de este SEGUNDO DÍA.

William

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