QUINTO DÍA: Los Morritos-Páramos Los Colorados-Gavidia
Recorrido: 14,4 km, desde 3.300 msnm, pasando por los 3600 msnm.

Aprovechando las primeras luces de la mañana me despierto para tomar unas fotografías. Afortunadamente estaba despejado y la luz del sol empezaba a pegar sobre los los Morritos, una muy buena panorámica para esa hora. Fue un momento especial porque tras la fuerte jornada del día anterior y la pernocta en el páramo pude sentir un gran regocijo de vivir esa experiencia y tener el privilegio de estar en ese momento y lugar. Uno de los compañeros llevaba consigo un reloj con funciones de medir la altitud y la temperatura, y si la medición estaba acertada, a las 6 de la mañana teníamos una temperatura de 6°C, alguito de frio no?. Ni pensar remotamente en la idea de bañarnos en el río, por lo que ese día pasamos de largo jaja.

Cerro Dos Morritos


Algo de frío no?

Ayudamos a recoger las carpas, tomamos el desayuno y nos disponemos a comenzar el recorrido con nuestro abrigo encima. A partir de acá el paisaje es completamente despejado y sobre valles de frailejones, ya que estamos en el páramo. Eventualmente vemos algunas vacas en el camino que nos cuentan los guias que tienen dueño, aunque parecieran que anadaran libres porque no se les ve en potreros o algo parecido. También nos acompaña algo de lluvia y neblina y por ratos no pega el sol. El camino es en ascenso pero no es tan fuerte como el del día anterior. De repente entramos a una zona con niebla y nos indican que hemos llegado al Alto de Micarache, el punto más alto de la travesía, con 3640 msnm. En el sitio se encontraban acampando unos ciclistas y también observamos un carro por lo que entendemos que hasta allí ya pueden llegar los automoviles. Desde acá empezamos el descenso hacia Gavidia, a través de un páramo más grande y con más frailejones. Resulto curioso saber que estas especies tardan en crecer un centímetro al año, por lo que se pueden imaginar cuántos años pueden tener aquellos frailejones de medio metro?, también supimos que es un manjar para los caballos y mulas que se paraban con cierta frecuencia a comer.

Impresionante paisaje de páramo

En el alto de Micarache, el punto más elevado de la ruta, 3600 msnm

En sólo días pasamos de la selva al páramo


Paisaje de páramo despúes del Alto de Micarache

Yo no estaba cansado, pero buena parte del recorrido de este día lo hice a lomo de caballo, quizás porque era un recorrido con menos irregularidades y me permitiría apreciar mejor el paisaje. Luego de haber transcurrido cerca de una hora de recorrido desde el Alto empezamos a ver las primeras plantaciones de papa y más adelante nos encontramos con la primera puerta en el camino. Fíjense que desde que salimos en Santa María de Canagua hasta este punto atravesamos el Parque Nacional Sierra Nevada. Lo paradójico es que no había un solo letrero que lo informara, tampoco se observó la presencia de algún funcionario, lo que refleja cierta vulnerabilidad sobre las actividades que se desarrollan en esta zona del parque. A medida que avanzabamos ya se comienzan a divisar las primeras casas y el camino pasa de ser de tierra a cemento. Pasamos por el poblado de Micarache, y luego por Llano de Trigo, donde se puede apreciar plantaciones de ajo y cebolla. En este punto nos bajamos de los caballos y seguimos lo que queda del camino a pie. Luego de una hora aproximadamente llegamos a Gavidia y nos dirigimos a la mucuposada Michicabá. llegamos...lo hemos logrado! Descargamos las cosas de las mulas y nos tomamos una última foto con los guías antes de despedirnos de ellos y agradecerles sus atenciones.

Plantaciones en las inmediaciones de Llano de Trigo

Papa, una de los productos más importantes de la gastronomia andina

Plantaciones en las adyacencias de Llano de Trigo

Valle de Gavidia, nuestro destino final de la travesía

Celebrando la llegada a la posada

Una última foto con los compañeros de la travesía

Ya en la posada nos ubican en una habitación a los cuatro compañeros. La habitación cabían como 6 personas. Aprovechamos para darnos un baño con agua calientica, que dicha ja, y descansamos brevemente antes de tomar el almuerzo, bien contundente y delicioso por cierto, con sopita incluida. La posada tiene un ambiente muy familiar estaba adornada de navidad y en ella también se encontraban otros huéspedes de visita. Al anochecer nos dirigimos a caminar por el pueblo, ya que nos habían informado que estaban cantando unos villancicos en la iglesia por motivo de la navidad, aunque llegamos al lugar y no observamos ningún movimiento, así que damos unas vueltas por los alrededores y nos devolvemos a la posada. En la sala de tenían un televisor con cable, así que nos pusimos al día con lo que pasa en el mundo jaja.

Una deliciosa comida para culminar la jornada

William
Julio 2014

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