En mi aspiración por recorrer mi tierra natal, se encuentran en la lista de pendientes aquellos destinos que son más remotos y que actualmente no configuran un destino de alta concurrencia para los venezolanos. El Amazonas es uno de esos destinos. 

Al hablar del Amazonas nos vienen varias palabras a la mente: bosques, culebras, insectos, calor, indígenas ¿qué tendría que buscar para allá, si puedo ir a una montaña en las cercanías o a una playa y tomar sol?, ¿acaso no encuentras bosques y animales en la montaña o sol y calor en la playita?.  Pero la idea de ir a una de las reservas naturales más importantes del planeta, contemplar en vivo y directo esos paisajes e interactuar con la cultura indígena pesaba sobre cualquier otra consideración. 

Gracias a un anuncio del Club Aventuras al Aire Libre que promocionaba una excursión al Cerro Autana, vi la oportunidad de cumplir este deseo. Tan pronto se realiza el anuncio me anoto, contando los días para vivir esta experiencia. 

A continuación haré un relato de esta aventura en tres partes: antes, durante y después de la excursión, que de por sí cada una constituye una experiencia por si misma. No me considero un mochilero con todas las de la ley, pero trato de buscar las opciones que me permitan ahorrar lo más posible en los viajes que realizo. 

PRIMERA PARTE:  Misión llegar al punto de encuentro, Puerto Ayacucho ¿será que llego?

SEGUNDA PARTE: La excursión


TERCERA PARTE: El retorno a casa